Mexicanos al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón.
Y retiemble en sus centros la tierra,
al sonoro rugir del cañón.
¡¡ Sí se pudo !! ¡¡ Sí se pudo !! ¡¡ Sí se pudo !!
¡¡ México Campeón !! México Campeón !!
El 2 de octubre es un día que no se olvida desde los trágicos hechos de 1968, sin embargo hoy tiene otro contexto, y estoy seguro que este día permanecerá en el recuerdo de todos los que tuvimos la fortuna de ver cómo la selección de mi país, la selección de México, vencía contundentemente a la selección Brasileña por tres goles a cero.
Acompañado por mi esposa y mis princesitas, sentado a la orilla del sillón, esperando con ansia la jugada que me permitiera expulsar gritos de emoción, disfrutaba del partido, hasta que al minuto 31 llegó el momento esperado, y creo que todo el pais, o por lo menos los aficionados a este deporte experimentaron la misma sensación que yo.
Dos minutos habían pasado de mi festejo cuando, de nueva cuenta la selección Mexicana propino otro golpe al ego Brasileño.
La euforia era total, los minutos eran de 90 segundos, se acabaron las cervezas y el partido aún no terminaba, a cuatro minutos del final, la angustia terminó, México anotaba el tercer gol que coronaba un torneo inolvidable.
¡¡ México Campeón Mundial Sub-17 !!
el acero aprestad y el bridón.
Y retiemble en sus centros la tierra,
al sonoro rugir del cañón.
¡¡ Sí se pudo !! ¡¡ Sí se pudo !! ¡¡ Sí se pudo !!
¡¡ México Campeón !! México Campeón !!
El 2 de octubre es un día que no se olvida desde los trágicos hechos de 1968, sin embargo hoy tiene otro contexto, y estoy seguro que este día permanecerá en el recuerdo de todos los que tuvimos la fortuna de ver cómo la selección de mi país, la selección de México, vencía contundentemente a la selección Brasileña por tres goles a cero.
Acompañado por mi esposa y mis princesitas, sentado a la orilla del sillón, esperando con ansia la jugada que me permitiera expulsar gritos de emoción, disfrutaba del partido, hasta que al minuto 31 llegó el momento esperado, y creo que todo el pais, o por lo menos los aficionados a este deporte experimentaron la misma sensación que yo.
Dos minutos habían pasado de mi festejo cuando, de nueva cuenta la selección Mexicana propino otro golpe al ego Brasileño.
La euforia era total, los minutos eran de 90 segundos, se acabaron las cervezas y el partido aún no terminaba, a cuatro minutos del final, la angustia terminó, México anotaba el tercer gol que coronaba un torneo inolvidable.
¡¡ México Campeón Mundial Sub-17 !!
Comentarios
MAS SI OSARE UN EXTRAÑO ENEMIGO
PROFANAR CON SUS PLANTAS TU ALIENTO... ???
Che vieja, la deberían fusilar con clavos.